LA DOBLE FUNCIÓN DE LA LARINGE. EL RIESGO DE ATRAGANTAMIENTO

En todos los mamíferos, incluyendo a los niños recién nacidos, la laringe ocupa una posición alta en el cuello que les permite tragar y respirar a la vez. Sin embargo, en el caso del ser humano se produce un descenso de la laringe hacia los dos años de edad, que permite que la faringe cumpla su doble función: permitir el paso de aire hacia la laringe, tráquea, bronquios y pulmones, y el paso de alimentos hacia el esófago y el estómago. Esta situación baja de la laringe es la causa de que el alimento obstruya el conducto respiratorio. Por tanto, si respiramos al alimentarnos nos podemos atragantar. Es el precio que pagamos a la evolución para obtener el beneficio del habla. El mismo mecanismo que podría causarnos la muerte por atragantamiento nos permite pedir socorro. Este recurso didáctico permite visualizar el funcionamiento de la laringe cuando ésta ocupa una posición alta en el cuello y el doble funcionamiento de la faringe cuando la laringe ha descendido.